-¿Por qué lloras? -No lo sé. No encuentra ninguna respuesta. Puede que porque no las haya.


El cuerpo humano lo componen incontables ingredientes, como todos los componentes que hacen de mí un individuo único y con mi propia personalidad, sí, tengo una cara y una voz para distinguirme de los demás, pero mis pensamientos y mis recuerdos no son mios, y tengo el sentido de mi propio destino.


El cuento de hadas continuaba. El principe habia regresado y se habia roto el maleficio. No estaba segura exactamente de qué hacer con el personaje restante, el cabo suelto. ¿Dónde estaba su "feliz para siempre"?


Ya una vez le dije adiós a un hombre que se iba a la guerra. Y nunca volvió


-Tú estás acostumbrada a ganar, y no se es un líder hasta que se ha perdido.