Trato de limitarme al pensar que hubiese sido de mi si te quedabas un tiempo más, si me acompañabas un par de años más, porque es indescifrable la respuesta. Hace más de diez años que no te volví a ver, hace exactamente doce años. Recuerdo que no me dejaban entrar a verte en el hospital, también que un día me metí sin que me vieran, para poder verte, yo creía que te ibas a levantar y me ibas a mirar, pero no me encontré con esa situación, estabas acostada, dormida, y no me mirabas. Recuerdo que entre, y vi tus pies descubiertos, y después de pasar unos minutos allí, me obligaron a salir las enfermeras. Tenía solo siete años, no entendía que pasaba. Después de ese día, nunca más volví a verte. Me lamento mucho, porque hubiese sido increíble compartir cosas de mi adolescencia con ella. Nos llevábamos realmente bien, tal vez porque complacía todos mis gustos y caprichos, porque me comprabas cartas en los puestos de once que se encontraban en la vereda, o porque eras la única que me llevaba a comer una hamburguesa al Mc Donalds. Tengo una escena fija, que no puedo olvidar, siempre que ella venía de visita a casa, yo la esperaba en el balcón, porque podía ver cuando bajaba del colectivo en la esquina de mi casa, por Pueyrredon, recuerdo como ella caminando llegaba hasta casa, y siempre pero siempre, llevaba una especie de bolso tejido, de un material similar a la paja. También recuerdo que te comprabas pinta-labios Marroqui, y yo siempre te los usaba. Lo más mágico, es que aún, después de doce años, recuerdo tu voz, y olvidarla es algo que me da mucho miedo. Creo que si soy capaz de recordarte, entonces nunca morirás para mi. Lo único que lamento es no haber compartido lo suficiente, quizá, yo sería distinta de haberlo hecho, quizá podríamos haber sido grandes compinches. Sé que estás por ahí, cuidando a los que dejaste acá abajo, a veces te siento cerca, aunque sería justo que nosotros también pudiéramos cuidar de vos. Fuiste un gran pedazo de mi vida abuela.
Si alguien fue capaz de marcar mi vida, prometo que nunca seré capaz de olvidarle.
Espero algún día volverte a ver.