Muy pocas personas pueden entender el valor de una palabra, el sentimiento que transmite. No todos son sensibles a las palabras. Yo me arrodillo ante una palabra, ante sus miles de formas de entenderla, porque creo que son el camino, la respuesta, aunque a veces me cueste tanto soltar alguna, por el impacto que llegue a tener en alguien más, porque cada uno ve una cara de esa palabra, y tal vez no se vea con la misma cara con la que intente decirla. Intente cantidad de veces de llegar a alguien con palabras, y fue en vano, hay quienes hay quienes son imposibles de penetrar, quienes las palabras no le mueven un pelo. Considerenme el caso contrario, el mejor regalo que se le puede hacer a una persona que vive de palabras, son más palabras, y dejar que todo se mueva por si.